miércoles, 19 de mayo de 2010

francisco liriano penso que no lanzaria mas


NUEVA YORK -- Menciónale a un lanzador que necesitará la cirugía Tommy John y es como decirle a ese pitcher que jamás en su vida tomará su puesto en la lomita.
Y eso fue el pensamiento que corrió por la mente del dominicano abridor de los Mellizos de Minnesota, Francisco Liriano, cuando los doctores le informaron de la única opción que se le presentaba, una reconstrucción del ligamento cubital.
La historia del joven de San Cristóbal es la siguiente: Liriano se integró al equipo en septiembre del 2005, iniciando cuatros de los seis partidos que lanzó, ganando su primer juego en su última salida del año. Su primera temporada completa la comenzó en el bullpen el año siguiente, donde duró un mes y medio y se ganó un puesto como abridor después de laborar como relevista.
Ganó 11 de sus primeras 13 decisiones. Pero sufrió de una inflamación en el antebrazo izquierdo después de una salida el 28 de julio y perdió su próximo turno en la rotación. Regresó a la loma el 7 de agosto, permitiendo 10 hits en cuatro entradas y no volvió a lanzar otra vez hasta el 13 de septiembre. Liriano, candidato al premio de novato del año, no pasó de la tercera entrada en esa apertura, tras sentir un fuerte dolor en el codo izquierdo.
"Fue para mi algo muy difícil. Ese año me estaba yendo súper bien", dijo Liriano a ESPNdeportes.com en un aparte en el camerino del Yankee Stadium. "Nunca estaba lesionado así, algo tan serio. Pero no podía hacer nada. Tenia que tomar la cirugía por que no tenía otra alternativa. Mucha gente han pasado por este proceso ya. Ha sido todo bien y gracias a Dios me ha salido bien".
Liriano se sentía preocupado, físicamente y mentalmente. No sólo por la cirugía, pero también por el proceso y todo lo que le seguía por delante. ¿Tiraría su recta a 95mph o su slider con el mismo efecto?
Pero para llegar a sentirse como el Liriano del 2006, todo ha sido una lucha para él. Perdió la temporada del 2007 por la recuperación y volvió a la loma en el 2008, pero todo no fue un éxito. Llegó a los entrenamientos tarde por problemas con su visa, lo que no le permitió la salida a tiempo de la Republica Dominicana. Perdió su única salida con los Mellizos y fue enviado a las ligas menores, primero a Fort Myers (Clase A) y después Rochester (Triple A), donde ganó 10 partidos.
"Después de la cirugía sí pensé algunas veces que no iba poder seguir pitcheando por que tenía un dolor demasiado fuerte, mucho mas que antes de hacerme la cirugía", afirmó Liriano. "Estaba un poco frustrado. La parte mental, pienso yo, (es difícil). Tú no quieres hacer una cosa porque piensas que te vas a volver a lesionar de nuevo. No quería soltar el brazo igual como antes. No quería tirar los pitcheos igual como antes por miedo y temor del brazo."
Con el apoyo jugadores como su ex-compañero, el venezolano Johan Santana (él le enseñó cómo mantener la calma) y el receptor Joe Mauer y el manager Ron Gardenhire, poco a poco Liriano se está estableciendo como el mismo lanzador que acabó con la Liga Americana.
"Creo que la cosa más grande es su confianza", afirmo el Todos Estrella Mauer. "Yo sólo trato de mantenerlo en nuestro plan de juego. Algunas veces es bueno tener alguien desde afuera mirando hacia dentro y tratando de ayudarte con lo que uno está tratando de cumplir, especialmente en este juego".
Gardenhire sabe que Liriano lleva un récord de 4-2 en siete salidas esta temporada, no sólo por el talento que tiene, pero por la confianza que él tiene ahora.
"Creo que la liga del invierno lo ayudó en Dominicana", declaró Gardenhire. "Él tiene su confianza otra vez y su brazo está saludable. Él está tirando la pelota muy bien. Creo que él ha aprendido a lanzar más que como tiraba antes. Él tiraba más. Él está usando su recta mejor. Es divertido verlo lanzar. Es divertido ver el progreso y cómo se mejora y mejora."
"Me siento súper bien y me siento más fuerte. Ya no tengo miedo de tirar los pitcheos. Estoy mucho mejor", concluyó Liriano.

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