Publicado el 06-22-2010
Miguel Vargas afirma apagones y crisis financiera en RD se derivan del uso fondos del Estado para campaña electoral


El ingeniero Miguel Vargas, afirmó este lunes en Nueva York que las largas tandas de apagones y la crisis financiera en que se encuentra el Gobierno son producto del excesivo derroche de los dineros públicos en que incurrió el presidente Leonel Fernández en la pasada campaña electoral.Esta denuncia sera llevada por Vargas a la reunión del Consejo de la Internacional Socialista, en la Sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York que se celebra el 21 y 22 de junio. Para Vargas, presidente del Partido Revolucionario Dominicano, en sus planes de controlar todos los ámbitos de la vida dominicana, el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana ha estado malgastando el dinero de los préstamos y de los montos de bonos soberanos recibido producto del acuerdo que firmara con el Fondo Monetario Internacional, FMI.Vargas recordó que a final del año 2009 el Gobierno firmó un acuerdo stand bye de 28 meses con el FMI para recibir mil 700 millones de dólares en préstamos y también autorización para emitir 750 millones de dólares que ya fueron colocados precisamente en Nueva York a final de abril pasado. “Pero en vez de invertir todos esos recursos en mejorar sus déficits presupuestarios, lo que el gobierno del presidente Fernández hizo fue usarlos para financiar la campaña especialmente de sus candidatos a senadurías”, dijo.Agregó que para materializar ese plan de financiamiento de su plan político con fondos públicos, el Presidente de la República y del PLD designó a ministros, directores generales y a otros funcionarios como jefes de campaña para que usaran los recursos y programas de sus dependencias en las diferentes provincias. Expuso el líder político que fabulosas sumas del Presupuesto Nacional fueron invertidas por el presidente Fernández en la compra de dirigentes de otros partidos, saturación de propaganda y opinión a favor del gobierno y en contra de la oposición, y en la conversión de los programas sociales del Estado en una estructura de coerción y chantaje para forzar votos en favor del partido de gobierno.